Les comparto tal cual una nota del Reforma. Un ejemplo más de visionarios confundidos y redimidos después de muchos años. Ojalá la disfruten.
Los logros de Nikola Tesla fueron olvidados o atribuidos a científicos como Edison o Marconi
Carlos Rubio / Corresponsal
Madrid, España | (29 junio 2011).- 06:23 PM
Nikola Tesla, el hombre que inventó la corriente alterna, predijo las comunicaciones inalámbricas, advirtió hace casi un siglo del peligro de no usar de forma responsable las energías y se opuso al entonces naciente proyecto de la energía nuclear, y aún así no aparece entre hombres ilustres generalmente conocidos como Thomas Alva Edison, James Maxwell, Michael Faraday o Guglielmo Marconi.
Las razones de lo anterior quizá se encuentren en el libro "Yo y la energía" (editado por Turner), la autobiografía de Tesla, nacido en Croacia en 1856 y fallecido en Nueva York en 1943, donde expone su personalidad y pensamiento, excéntricos y visionarios, en torno a los cuales fue cayendo una capa de olvido sepultada por las décadas, por lo que es desconocido en nuestros días hasta para muchos profesores y estudiantes de ingeniería.
Pese a lo anterior, Nikola Tesla es uno de los máximos ejemplos de tecnocientífico emprendedor y responsable de una serie de ideas que son hoy el cimiento del mundo tecnológico que vivimos, como asegura el catedrático de Historia de la Ciencia y físico español José Manuel Sánchez-Ron.
"De los héroes de la electricidad, entre los que figuran personalidades como Maxwell o Edison, Tesla es realmente el inventor más interesante, un hombre al que no es sino hasta ahora que la historia comienza a hacerle justicia", señala Sánchez-Ron.
No obstante, la batalla contra el olvido en su tiempo la perdió debido a que Edison, su gran rival, fue mejor publicista que él, dejando incontables documentos e inventos, desarrollando a la par toda una infraestructura que mantuvo su legado intelectual y material para la posteridad.
"Otro factor que influye es su carácter, ya que era un hombre difícil, un megalómano, y no deja discípulos, algo terrible en el mundo de la ciencia", sostiene Sánchez-Ron.
El autor del prólogo de la autobiografía de Tesla, Miguel A. Delgado, explica que el científico, paradigma del inventor y un hombre de vida apasionante, gozó en ciertos años de gran popularidad, ya que fue reconocido por el mundo científico del momento y fue inspirador de personalidades como Einstein.
"Era amigo de (Mark) Twain, de Sarah Bernhardt y se le veía en los círculos más importantes del Nueva York de la época; tenía una visión transformadora del mundo y quizá esa es su mayor gloria: que lo creado por él finalmente transformó el mundo, porque él hizo posible con sus inventos que hoy vayamos en metro o podamos encender la luz", indicó Delgado.
Un tecnocientífico visionario
La visión del científico Nikola Tesla permitió concebir años más tarde la comunicación inalámbrica que gozamos y su perfil, observa Delgado, es el de un gran icono del siglo 21.
"Tesla fue de los primeros en hablar de la energía solar, eólica o de las mareas, y muchas de sus ideas han servido de inspiración para inventores de algunos de los objetos más avanzados de nuestro tiempo, como ocurrió a los creadores de Google, quienes citan a Tesla como uno de sus inspiradores", dice Delgado.
Sin embargo, destaca el autor del prólogo, este científico tuvo un final triste, pues murió solo en una habitación, no tuvo hijos ni pareja, y no creó una gran empresa que lo perpetuara, como ocurrió con Edison y su General Electric.
"Pero si uno busca un poco, Tesla emerge de inmediato en muchas cosas: está en una estatua dedicada a él en las cataratas de Niágara; la unidad de medida del campo electromagnético es el tesla; un jurado de Estados Unidos reconoció poco después de su muerte que él había sido el padre de la radio y no Marconi; en Belgrado el aeropuerto se llama como él; y ha sido recordado por literatos de hoy como Paul Auster o Thomas Pynchon, quienes lo han convertido en personaje de sus obras; así que podemos decir que Tesla ganó la batalla a la posteridad, aunque haya nacido un siglo antes de su tiempo para ser comprendido", concluye Miguel A. Delgado.
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