miércoles, 9 de junio de 2010

una buena noticia....México apuesta por los libros en papel reciclado

Una excelente noticia....y de la cual me acabo de enterar. Mexico es uno de los países que está utilizando papel reciclado para sus libros, sobre todo los libros de texto que se reparten gratuitamente tanto en primaria como en secundaria. Esta iniciativa está desde el sexenio pasado, cuando se volvió obligatorio que los libros de texto gratuitos que se imprimieran en la editorial del gobierno tenían que venir en papel reciclado. A partir de ahí, algunas de las editoriales más importantes del país, tanto para libros de texto (Santillana) como libros en general (Fondo de Cultura Económica) están utilizando papel reciclado para varias de sus colecciones.

Las cifras hablan por sí mismas:

- durante 2008 se publicaron más de 198 millones 995 mil ejemplares en papel reciclado, en tanto que un total de 90 millones 500 mil ejemplares fueron hechos en papel original o celulosa virgen.

- desde 2006, la Conaliteg (Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos) asegura que ha producido 84 millones 700 mil ejemplares de libros con papel reciclado, con lo que se evita la tala de 52 mil 43 hectáreas de árboles -alrededor de 52 millones 428 mil 27 árboles no talados- y se dejan de emitir 136. 77 toneladas de contaminantes; a cambio, se ahorran 113.975 millones de metros cúbicos de agua y 18.692 millones de kilowats por hora de energía eléctrica.

Como en todo, siempre hay sus asegunes. Publicar en papel reciclado sale un poco más caro que en papel de celulosa virgen, motivo por el cual algunas editoriales, en especial Porrúa Hnos., no imprime en papel reciclado. Sin embargo, según cifras del FCE, si se imprime con papel cultural no reciclado el costo es de $23,700, mientras que en papel reciclado el costo es de $24,200. Hay una diferencia en el gramaje del papel, pero es mínima y la diferencia en el precio también es mínima.

Ojalá cada vez se hagan más libros en papel reciclado, el cual, por cierto, cada vez es de mejor calidad.

miércoles, 2 de junio de 2010

conservación sustentable en méxico

Quiero platicarles de uno gran ejemplo de lo que es la conservación sustentable y el desarrollo sustentable. Uno de los grandes objetivos de la conservación actualmente no es tanto dejar las áreas intactas sacando a la gente de los lugares donde habitan, prácticas que se llevaron a cabo durante muchos años, sino convivir con los recursos, aprovechar el conocimiento de las personas que habitan los lugares y lograr lo que se llama un desarrollo sustentable.

El término desarrollo sustentable hace referencia precisamente al hecho de poder aprovechar la naturaleza de una manera racional, al mismo tiempo que se conserva para las generaciones presentes, pero sobre todo, para las generaciones futuras. Bajo este escenario, varias comunidades en diferentes regiones del país son un ejemplo vivo de que este tipo de relaciones sí se pueden establecer. En particular, la nota que les quiero comentar es sobre una comunidad en Chiapas, en donde sobra decir que la pobreza es extrema pero la cantidad de recursos naturales es inmensa. Esta comunidad se ha dedicado a la siembra del café desde hace mucho tiempo, por lo que algunas ONG (organizaciones no gubernamentales) les ofrecieron apoyo para conservar sus tierras. En un inicio, la comunidad estaba reacia a colaborar, ya que ellos de todas maneras sembraban el café bajo la sombra de los árboles, por lo que no le veían beneficio alguno a tener que conservar; es más, en un inicio su reacción inicial fue negarse ya que creían que les iban a quitar sus tierras.

Con el trabajo de estas ONG, se les explicó a la gente de la comunidad que la idea de conservar era que pudieran aprovechar lo que tenían y seguir cultivando café, Además de ésto, se les ofreció un beneficio extra que es algo que se está tratando de implementar: la venta de bonos de carbono. Qué es esto? Esto se refiere a una nueva propuesta en la cual las comunidades "venden" el oxígeno que sus árboles bien conservados producen a compañías que contaminan, en este caso a la Fórmula I, y de esa manera la compañía paga un cierto porcentaje de sus ganancias a la comunidad que se beneficia por el hecho de conservar sus árboles y producir oxígeno. La ganancia de todos: se reduce la cantidad de CO2 en el ambiente.

Esto ya parece increíble para muchas comunidades, pero este caso fue más allá: no solo están vendiendo los bonos de carbono y están conservando el bosque tropical chiapaneco y su riqueza, sino que también se están dedicando a sembrar el mismo café pero ahora de manera orgánica, lo cual resulta en un mayor beneficio económico para la misma comunidad.

Cómo este ejemplo hay varios. Si bien es cierto que todavía nos falta mucho camino, creo que es necesario reconocer los esfuerzos que se están haciendo y aprovechar lo que nuestra propia gente sabe.

La noticia completa la encuentran haciendo click en el título de este post.