En lo personal es un gran orgullo, porque más allá de ser un gran maestro, a estas alturas es un muy buen amigo. Así que se imaginarán que sufrí un poco la semana anterior a que salieran los resultados.
Pero además de la satisfacción personal, el día de la toma de posesión, mencionó algunas cosas que me llamaron mucho la atención y que brindan esperanza al enfoque que se ha dado hasta ahora a la investigación. Y es que, dentro de las líneas prioritarias que tiene para trabajar, mencionó el hecho de dar incentivos a los investigadores por dar clases. No debería sorprendernos, pero en este país, y en general en este mundo, la educación es la prioridad para todo que se postule para una carrera política, pero en la realidad se ve como una "chamba", no un trabajo que debería ser pagado como cualquier trabajo profesional: medico, ingeniero, abogado. La educación, y sobre todo ser maestro, es un trabajo que se ha catalogado como "pues es que doy clases porque no tengo de otra" y pues creo que parte es culpa de los que damos clases. Deberíamos presumir mucho más lo que hacemos!!!! Pero si los mismos maestros son los primeros que se quejan de que no les quedó de otra.... pues está difícil.
Creo que ser profesor, educador o maestro, en el sentido más amplio y epistemológico de la palabra, debería rescatarse, y todos los que nos dedicamos a esto sentirnos orgullosos de lo que hacemos.
Por eso, cuando oí que una de las líneas prioritarias era lograr que sistemas de incentivos tan importantes como los de la UNAM tomen en cuenta las clases que se dan, y sobre todo clases a nivel preparatoria, no posgrados, sentí que había otra vez esperanza.
Por mi parte, me siento contenta y orgullosa de lo que hago, y les comparto una frase que leí:
"Choose a job you love, and you will never have to work a day in your life"
Confucio
